Muchos personajes de la historia fueron famosos por su forma de vida, sus pensamientos o sus locuras.
Por ejemplo Demóstenes, uno de los más grandes oradores de todos los tiempos, que vivió entre el 384 y el 322 antes de Cristo, era tartamudo. Luchó tenazmente para vencer ese problema, inclusive poniéndose a veces pequeñas piedras en la boca y practicando sus discursos en voz alta.

Blas Pascal, físico, filósofo y estilista francés del siglo XVII (1623-1662) opinaba que la más mínima distorsión de los sucesos cambiaría todo el transcurso de la humanidad. Por ejemplo, si la nariz de Cleopatra no fuera como fue o si la vejiga de Cromwell no se hubiese obstruído y hubiese vivido más tiempo, la historia del mundo se habría alterado.


El emperador romano Augusto, (63 a.C- 14 d.C.) rebautizó el mes de 30 días llamado Sextilis, dándole el nombre de Augusto para honrarse a si mismo. Tomó un dia de febrero, para que su mes tuviese tantos días como julio, que había sido bautizado en honor a Julio César. El emperador Augusto no podia ser menos y por eso febrero tiene 28 días y agosto 31.
Henry Ford (1863-1947), estaba convencido que la soja era una materia prima prometedora. Estaba seguro que podría ser convertida en productos de valor comercial y por eso apareció una vez en una convención con todos sus atavíos, excepto sus zapatos, con todo producido a partir de la soja.

Claude Monet (1840-1926) fue un excepcional artista, que como todo bohemio, no contaba con el dinero suficiente para darse el gusto de vivir de su arte. Hasta que un golpe de suerte en 1891, le hizo ganar 100.000 francos en la lotería francesa. Claude Monet se hizo independiente financieramente y pudo vivir como quería. Lo hizo vagando y pintando el campo francés, dejando para la posteridad magníficas obras de arte.
