La Doncella del Llullaillaco

Volcán Llullaillaco
Volcán Llullaillaco

A 6.707 metros de altura en plena Cordillera de los Andes, se descubrió en 1999 el cuerpo congelado de una niña inca que vivió hace unos 500 años atrás. 

Se la bautizó como “la doncella del Llullaillaco” en honor a este volcán ubicado entre la provincia de Salta y la región de Antofagasta, en el límite andino entre Argentina y Chile.  Se lo considera el segundo volcán activo más alto del mundo y su última erupción data de 1877.

Durante una expedición encabezada por Johans Reinard y la arqueologo argentina Constanza Ceruti, fueron hallados en 1999 en la cima tres cuerpos de niños, de 15, 6 y 7 años. El cuerpo de la adolescente está perfectamente conservado y conserva sus órganos intactos, tanto que la sangre aún permanece en corazón y pulmones.Para llegar a este nivel de preservación no se ha hecho ningún milagro. Simplemente las condiciones climáticas, el frío seco de la cordillera actuó como preservante natural y logró conservar este cuerpo durante más de cinco siglos.

Los científicos han estudiado las proteínas del tejido y llegaron a la conclusión que la niña sufría de una enfermedad pulmonar, una infección bacteriana similar a la tuberculosis.momianinaargentina407 images (1) descarga (1) D5343301F B97F465FD 21fdfd94-2ca3-477a-affd-0c3740d1ca62_AP99032603239_9 4BF72A1A2

Aparentemente los tres niños fueron sacrificados como se evidencia por estar cerca de elementos rituales con artefactos de oro y plata, ropa, cuencos con comida extravagante y tocados de plumas blancas de aves desconocidas.   Los historiadores sugieren que los incas eligieron estos niños por su belleza y también por ser más puros que los adultos y los sacrificaron en medio de ritos de la época. Estudios detallados afirman que antes de ser sacrificados se los alimentó con carne de llama seca y maíz, aunque también contienen restos de patatas y verduras andinas.

Las últimas tomografías realizadas en 2013 indican que masticó en sus momentos finales una gran cantidad de hojas de coca y por el análisis de su pelo se determinó que el consumo de alcohol, posiblemente en forma de chicha se había disparado en sus últimas semanas.

Aunque no se conoce la razón exacta del sacrificio de los niños, los investigadores creen que podría haberse tratado de una ocasión anual Inca, o de un incidente imprevisto, como la muerte de un gobernante o de un desastre natural. Lo que parece evidente es que la doncella recibió significativamente más hoja de coca que los niños más pequeños, lo que según los investigadores sugiere “una mayor necesidad de sedarla a ella”. Por la disposición del cuerpo de la niña y de sus prendas y artefactos ceremoniales que la rodeaban, se desprende que estaba muy relajada o muerta cuando fue colocada en el altar.
Los científicos que se ocupan de este descubrimiento, creen que se congeló hasta morir mientras dormía y luego de 500 años aún se ve como «una niña lista para el sueño».

En su nueva cámara funeraria de acrílico, la temperatura del interior se estabilizó a -18º C, lo que la mantiene en un estado de congelación constante. La pequeña niña inca descansa ahora más cuidada. Seguramente no imaginó en sus últimos momentos, que iba a sobrevivir históricamente a todos sus congéneres incas, aquellos que por razones desconocidas acabaron con su vida.

 

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